El muesli tiene su origen en Suiza, y se consume principalmente en el desayuno, aunque también puede tomarse en la merienda o la cena.
Hay muchas posibilidades a la hora de hacer muesli casero debido a la variedad de ingredientes que admite. Éstas son algunas claves a tener en cuenta: .
Cereales:
Se debe incluir gran cantidad de cereales: copos de avena, arroz inflado, copos de trigo, copos de maíz, copos de cebada, trigo germinado, granos de mijo, centeno… .
Frutos secos:
Se pueden añadir avellanas, almendras, nueces, cacahuetes, pistachos, piñones… .
Frutas deshidratadas o desecadas:
El muesli también incluye frutas deshidratadas como los orejones (albaricoque), uvas pasas, fresas deshidratadas, higos secos, dátiles… .
Semillas:
La utilización de semillas aporta al muesli nutrientes importantes. Se puede incluir semillas de lino, de sésamo, de girasol, semillas de calabaza… .
Fruta fresca de temporada:
Además, el muesli se puede enriquecer con fruta fresca de temporada. Por ejemplo, arándanos, fresas, manzana troceada, rodajas de banano, mango