El cepillado en seco es una técnica muy sencilla que consiste en frotarnos la piel con un cepillo de cerdas naturales para lograr una estimulación de la dermis y los órganos, a la vez que favorecemos el movimiento de la circulación. Se trata de una técnica milenaria que miles de personas llevan realizando de forma diaria generación tras generación.
Tiene múltiples beneficio para la salud, desde la mejora del sistema inmune hasta ayudar a reducir la celulitis. Pero, es que además, nos ayuda a desconectar, conciliar el sueño (si se hace justo antes de dormir) y reconectar con nuestro cuerpo. ¿Cómo llevar a cabo esta técnica? En realidad, es algo muy simple que podrás realizar cada día antes de la ducha o de acostarte. Sólo necesitas un cepillo de cerdas naturales y seguir estos paso:
Asegúrate de que tu piel esté seca y que no tengas ningún producto o lociones sobre ella.
Con el cepillo seco empieza a cepillar suavemente la piel haciendo movimientos de barrido largo a partir de los pies hacia arriba. También puedes realizar movimiento circulares. Comienza en los pies y sube por toda la pierna.
Cepilla desde tu ombligo hasta la parte inferior del abdomen, y luego desde el ombligo hacia el corazón.
A continuación, trabaja desde las manos hacia el pecho. Dedica un momento a cepillar la parte inferior hacia la clavícula y la parte baja de la espalda. A continuación, cepilla la parte inferior del cuello hacia la clavícula.
Es importante que te tomes esta práctica como un momento para ti, unos minutos dedicados a mimar tu cuerpo. Además, aunque se trate de una exfoliación, nunca debe ser fuerte y tu cepillo deberá ser lo más suave posible. Prueba la técnicas unos días y decide si llevarla a cabo todos los días o en días alternos. Cada piel debe encontrar su fórmula ideal.